sábado, 31 de julio de 2010

APARTEMONOS DE LOS TOPICOS

Cada persona que nace en un pueblo, región, nación o continente hereda injustamente una serie de tópicos que intentan definir su forma de ser.

Esa herencia nos impide a veces conocer a esas personas ya que les apartamos de nuestro camino sin haber escuchado antes su opinión, les prejuzgamos en base a unas opiniones de experiencias concretas, de personas determinadas ante unas situaciones personales.

En este caso no voy a poner ejemplos de tópicos para no entrar en el juego que no me gusta, todos conocemos estas situaciones. A mi particularmente me han llegado a decir "tú no pareces madrileño", esta frase me la dijeron como un halago, pero inicialmente fui prejuzgado por el lugar donde nací. Y este caso es "pecata minuta" con otros casos que hasta pueden provocar daños más graves que los morales.
Las generalizaciones nunca han sido y nunca serán buenas para emitir opiniones o pensar que se conoce a alguien, al contrario, nos impiden ver más alla de un muro que en algunas ocasiones hasta ni siquiera hemos construido nosotros.

Solo os pediría una cosa, antes de ubicar a una persona en tu entorno social, no le miréis con los ojos de otros y ni tan siquiera por los vuestros propios por experiencias anteriores. Cada persona es diferente y podemos encontrar gente muy interesante si nos apartamos de los tópicos.

No permitamos que esos tópicos influyan en nuestros hijos, que tengan la libertad de disfrutar de las ventajas de la pluralidad del ser humano.

TU ENTORNO SOCIAL

Hace poco tiempo, y con poca diferencia de días entre ambas situaciones, tuve un par de reencuentros casuales con personas que no veía desde hacía más de 15 años.


La primera fue en el trabajo, tenía que realizar una visita a un posible cliente acompañando a un comercial de la empresa en la que trabajo. No sabía el nombre de la persona a la que ibamos a visitar y al llegar a la recepción, Rodrigo, que así se llama mi compañero, pregunto por Jorge y esperamos unos minutos hasta que Jorge apareció por un pasillo. Al vernos, nos quedamos con la boca abierta aunque pienso que fue Rodrigo al que se le abrió aún más. ¿Jorge? pregunte en una situación casí ridicula ya que ya había oído en la recepción el nombre de la persona a la que ibamos a visitar, ¿Antonio? me pregunto Jorge como confirmación que el paso de los años, la perdida capilar y los kilos tomados o perdidos durante estos años no nos llevaran a confusión. ¿Casualidad o destino?


Unos días después, llegue a una cita con 15 minutos de antelación por lo que decidí tomarme un café en un bar cercano. Mientras me lo tomaba senti como una mano se apoyaba en mi hombro ... ¡¡¡ otra vez la misma situación !!! ... ¿Rosa? pregunte, ¿Antonio? me respondió. Estuvimos hablando durante 10 minutos que parecieron una eternidad porque nos contamos muchas cosas y poco tiempo porque tenía que irme a esa cita.


Estos dos casos me hicieron llegar a una conclusión, reconstruir mi maltrecho entorno social de una manera más lógica, hice una lista de aquellas personas con las que había perdido el contacto y sentía que me alegraría de volverlas a encontrar en mi vida. Como herramienta de búsqueda use google, amigos comunes e incluso facebook para localizarlos. No os podeis imaginar la sensación tan agradable de los reencuentros que hasta ahora he conseguido.


Por otro lado, decidi organizar mi entorno social en cuatro circulos concentricos:
  1. En el primero, el central, está mi familia, o aquella a la que realmente quiero y me quieren. Aquellos que aunque cometas fallos están ahí para recibirte con un abrazo, sin reproches.
  2. En el segundo están los verdaderos amigos, aquellos que no solo están cuando el camino a recorrer esta cubierto de flores
  3. En el tercero están aquellos conocidos que verdaderamente me aportan algo a mi forma de ver la vida o a lo que pueda saber yo sobre ella y son receptivos a los que yo pueda aportarles
  4. Y en el último están el resto de personas que pasan o pasarán por mi vida. Aquellos con los que mantengo una relación civilizada y cuyas opiniones o críticas intento que no afecten a mi forma de ver la vida.
Con estos circulos pueden evitarse algunos problemas cotidianos, tus intimidades o tus decisiones pueden verse traicionadas en mayor grado cuanto más te alejas del primer circulo, te definen por quien merece la pena preocuparse y además te indica quién realmente puede ayudarte en los momentos malos.

Os animo a practicar este ejercicio ya que además de gratificante te hace ver de forma más clara los conceptos de confianza y amistad.

NO LO INTENTES, HAZLO

Libros y canciones dicen que los sueños, sueños son.  Yo estoy de acuerdo en parte. Hay diferentes tipos de sueños, unos nos llevan a mundos imaginarios, nos devuelven a la vida real a seres perdidos, muestran un posible futuro o nos sumergen en nuestros propios miedos.

Los sueños hay que tomárselos como proyectos de vida, hay que valorar su viabilidad, las acciones que debemos realizar y el tiempo en que debe cumplirse. Si tenemos en cuenta estos aspectos no todos los sueños se cumpliran pero algunos de ellos dejaran de ser sueños para convertirse en realidades.

Cuando hablo de viabilidad no hablo solo de aspectos financieros, hablo también de ver si ese sueño puede ser realizable - me gustaría tener alas para volar, podría cumplirse pero la evolución del ser humano va mucho más lenta que el tiempo que disponemos de vida - y ver los daños colaterales en nuestro entorno - si estás solo es más fácil, si tienes pareja e hijos cumplir tu sueño puede ir en contra de sus propias voluntades -.

También tenemos que tener claras las decisiones que tomaremos, las acciones que realizaremos y construirnos un camino de vuelta para que nuestro sueño no se convierta en un sueño sin retorno.

Por último, el cumplimiento de los sueños deben tener un plazo de cumplimiento en el que la mayoría de las condiciones determinen que acertamos con nuestra decisión. No importa que un proyecto o sueño no se cumpla, errar es de humanos y rectificar de sabios.

Un antiguo jefe me dijo ante un reto en el trabajo la siguiente frase, "no lo intentes, hazlo". Si solo lo intentas sin haber valorado tu sueño muy posiblemente esté condenado al fracaso, si lo haces valorando todas las alternativas te podrá salir bien o mal, pero en cualquier caso, nunca te volveras a preguntar aquellos de ... ¿qué hubiera pasado si hubiese hecho ...?

LA MENTE

Si tuvieramos poderes telepáticos, nos daríamos cuenta del alto nivel de hipocresía que nos rodea y que también está en nuestro interior. La mente humana tiene tres grandes motores que están mas desarrollados que en el resto de los seres vivos: la memoria, el razonamiento y el libre pensamiento.


A lo largo de la historia de la humanidad, lejos de evolucionar nuestra mente, estos motores han sido censurados por las normas creadas por nosotros mismos: ética, moralidad, protocolo, normas sociales, etc.

Todas estas censuras de la mente las podríamos cambiar, pero aún quedaría la más importante, la censura que nos imponemos a nosotros mismos.


¿Cuál es esa auto-censura? pongamos varios ejemplos, frases como "yo siempre digo lo que pienso", "no debemos cometer los mismos errores", "no me interesa tu opinión", "no lo digo porque podría hacer daño" o "Si claro, ¿y qué dirán si yo ...?" las hemos utilizado o escuchado en muchas ocasiones. Análicemoslas más profundamente:

  1. "yo siempre digo lo que pienso" intenta demostrar sinceridad, claridad o lealtad, pero, ¿es verdad lo que decimos? de no ser asi estas virtudes se convierten en los defectos de falsedad, opacidad o traición. Hipocresía en grado sumo, no hay palabras mal dichas sino mal interpretadas, yo añadiría a esa frase lo siguiente ... siempre y cuando se digan razonadas, de forma educada y civilizadamente.
  2. "no debemos cometer los mismos errores" y sin embargo los cometemos, no solo los errores personales sino también y quizás los más graves, los errores cometidos por la humanidad (guerras, genocidios, etc). Nuestra memoria es selectiva y nosotros establecemos esos filtros de selectividad.
  3. "No me interesa tu opinión" es uno de los mecanísmos de auto-defensa más utilizados. Hay veces que nos lo dicen, otras que no nos lo dicen pero se piensa pero en cualquier caso, siempre el inicio de la conversación se inicia por un ¿tú que opinas?, si el resultado de tu opinión es compartida, perfecto, en caso contrario se utiliza para zanjar la conversación.
  4. "No lo digo porque podría hacer daño" ¿valoramos realmente el daño que podemos hacer? ¿lo comparamos con el beneficio que podemos ofrecer? las palabras no hacen daño, si son razonadas, bien expresadas y en el tono adecuado (ni compasivo ni agresivo) lo que provocan es que nos hagan pensar, razonar lo que nos han dicho y aceptar o no el consejo dado. Los daños provocados por estas situaciones nunca son irreversibles y si pueden provocar realmente daños irreversibles, no digamos lo contrario a lo que pensamos porque entraríamos en el mundo de la hipocresía, simplemente desviemos la conversación hacia otros caminos.
  5. "Si claro, ¿y qué diran si yo ... ?" ¿quiénes dirán? ¿piensas que son importantes en tu vida? hagas lo que hagas y digas lo que digas, las personas importantes en tu vida aceptaran tu decisión y no te dejaran de lado, otra cosa es que compartan o no tus actos, no intentes convencerles de ellos, concedeles su libertad.
Yo personalmente prefiero a las personas, que al expresar su pensamiento en palabras, no me mientan, tengan memoría histórica de la humanidad y no condicionada por aspectos políticos o religiosos, se interesen por mi forma de pensar tomando como validas aquellas opiniones con las que se sientan identificados, pongan en una balanza real el beneficio o daño provocado por sus acciones o palabras y sobre todo sean rebeldes ante normas sociales injustas o ilógicas.


Estas palabras escritas son mi propio ejercicio de memoria, razonando los resultados y expresándome libremente.