jueves, 5 de agosto de 2010

EL ESPEJO DE NUESTRAS VIDAS

Los que tenemos hijos vemos en ellos rasgos físicos o gestos heredados genéticamente del padre o de la madre.

Además, nos encontramos ante la posibilidad de volver a reproducir  la película de nuestras vidas o como si estuvieramos ante un espejo retroactivo en el que poder ver otra vez nuestra vida, esta vez en tercera persona.

Esta es una situación muy común y a la vez erronea, los niños son una esponja absorbente de experiencias en la que los padres solo debemos de ejercer de consejeros o guías potenciando su capacidad de razonamiento. Los factores a potenciar en mi opinión son principalmente, el dialogo contra la imposición, el respeto contra la mala educación y alimentar sus ganas de aprender.


El resto de su caracter será forjado por su formación académica, su circulo de convivencia y sus propias experiencias. También en ocasiones con la excusa de potenciar su formación les apuntamos en excesivas actividades, algunas incluso que no les gustan, olvidándonos que son niños y que ademas de estudiar tienen que jugar.

Nuestro instinto protector nos lleva a que intenten vivir nuestra propia vida, no la suya, ensalzando nuestros éxitos, criticando nuestros errores y disfrutando de nuestros gustos. Pero, pensemos que quizás para ellos nuestros exitos pueden ser sus fracasos, nuestros errores sus aciertos y nuestros gustos no les hagan disfrutar.

No olvidemos que el camino a seguir por nuestros hijos nunca será el mismo que el nuestro, podrá tener puntos convergentes, podrán ir en paralelo o incluso en dirección contraria. Al fin y al cabo, es su propia vida.

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