sábado, 7 de agosto de 2010

LOS EXTREMOS NUNCA SON BUENOS

La defensa de una idea sin escuchar, dejar exponer otras diferentes y sin respetar a los que no opinan como nosotros nos conducen a un extremismo que no nos conduce a ningún sitio.

No hay extremismo bueno, los más conocidos son los políticos aunque están surgiendo otros que amparados en defensa de determinados derechos (ecologismo, igualdad, etc.) no solo defienden a ultranza esos derechos, cosa totalmente licita, sino que critican y coartan la libertad de opinión de los que no están de acuerdo con algunas de sus ideas o que podrían aceptarlas con ciertas matizaciones.
 
Estos nuevos movimientos, en mi modesta opinión, nunca deberían entrar en la arena de la política porque en ese momento pierden parte de su esencia e independencia, sus dirigentes se “venden” al mejor postor para conservar los privilegios que les otorga el escaño conseguido. Resumiendo el idealismo pasa a ser materialismo.
 
En lugar de tomar ese tipo de actitud deberían seguir siendo corrientes de presión hacia las clases dirigentes, luchar desde los medios de comunicación para conseguir objetivos comunes y nunca abandonar la esencia de la fuerza de la palabra. He participado en algún movimiento de este tipo, y como otras personas que también han participado, lo abandoné justo en el momento en el que las ideas defendidas fueron politizadas.
 
Respeto con total convicción a todos aquellos que defienden sus ideas con la palabra, aunque no esté de acuerdo con ellas, pero repudio de la misma forma a aquellos que utilizan actos violentos con la excusa de que es la única forma de hacerse escuchar. Este tipo de personas, por llamarles de alguna forma, normalmente son cobardes que bajo el amparo de un pasamontañas no son capaces de representar nada cuando no pueden ni representarse a si mismos.
 
Estos extremistas aplican la técnica de “reventar eventos”, incluso a veces eventos que no tienen nada que ver con su teórica ideología, lo que realmente buscan es dar salida a su carácter violento.
 
Muchas veces hemos visto noticias sobre manifestaciones, celebraciones deportivas, eventos musicales en los que se destaca más que un “grupúsculo” se ha comportado de forma violenta que el verdadero mensaje, alegría o diversión que realmente ha significado.
 
Por favor, no le demos ningún tipo de publicidad porque eso es lo que quieren, verse por la televisión les conduce a una satisfacción añadida.

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